¿Cómo informarse en la era de la desinformación?

Evaluar la fuente de información

Lo primero que se debe tener en cuenta para contrarrestar la desinformación es evaluar la fuente de donde proviene la información. Es importante considerar:

• Autoría: ¿Quién es el autor del contenido? ¿Tiene credenciales relevantes y experiencia en el tema?
• Reputación del sitio: ¿Es el sitio web conocido por su rigor y precisión? Los sitios web de instituciones académicas, gubernamentales y medios de comunicación reconocidos suelen ser más fiables.
• Propósito del sitio: ¿El sitio tiene fines educativos, informativos o comerciales? ¿Podría tener un sesgo debido a intereses económicos o ideológicos?

Verificar la información

Una vez identificada la fuente, el siguiente paso es verificar la información proporcionada. Esto puede implicar:

• Contrastar con otras fuentes: Buscar la misma información en múltiples fuentes confiables para ver si coinciden y corroborar que es cierta.
• Consultar expertos: Revisar lo que dicen los expertos o instituciones especializadas sobre el tema.
• Revisar fechas: Asegurarse de que la información esté actualizada, especialmente, en campos donde el conocimiento evoluciona rápidamente, como la ciencia y la tecnología.

Analizar la calidad del contenido

No solo la fuente y la verificación son importantes, sino también la calidad del contenido en sí. Hay algunas preguntas clave que se pueden hacer:

• ¿Es lógico y coherente?: La información debe seguir un razonamiento lógico y coherente.
• ¿Está bien referenciada?: El contenido debe incluir referencias a estudios, datos y otras fuentes de información confiables.
• ¿Evita el sensacionalismo?: La información debe ser presentada de manera objetiva y sin exageraciones.

Tener cuidado con las Redes Sociales

Las redes sociales son una fuente común de desinformación debido a la facilidad con la que se pueden compartir contenidos. Para gestionar esto:

• Cuestionar antes de compartir: Antes de compartir una publicación, verificar su autenticidad.
• Seguir cuentas verificadas, sobre todo, a medios de comunicación reconocidos y expertos en el tema.
• Usar herramientas de verificación: Plataformas como Snopes, FactCheck y otras ofrecen servicios de verificación de datos.

Fomentar el Pensamiento Crítico

Finalmente, el pensamiento crítico es esencial para navegar la información en internet. Esto implica:

• Cuestionar las afirmaciones: No aceptar la información al pie de la letra, sino cuestionar y buscar pruebas.
• Educarse continuamente: Estar al tanto de las técnicas de desinformación y las nuevas herramientas para combatirla.

Como afecta la desinformación en las Instituciones o Empresas

La desinformación y la falta de verificación de la información no solo afectan a la toma de decisiones, sino también a la efectividad y credibilidad de las campañas publicitarias, notas de prensa y noticias. Ello afecta en dos modos:

• Pérdida de credibilidad: Las campañas o informaciones (notas de prensa o noticias) que no están basadas en información precisa pueden generar una perdida de credibilidad y no lograr el apoyo de los consumidores, clientes o socios.
• Efectos negativos en la reputación: La desinformación puede afectar negativamente la reputación de las marcas, empresas o instituciones que no toman medidas para verificar la información.

Pasos básicos para evitar una crisis de reputación o credibilidad

Para evitar estos problemas, se deben adoptar prácticas de verificación y evaluación de la información en sus campañas. Algunas soluciones incluyen:

• Verificar la información: Los responsables de marketing y de comunicación deben verificar la información proporcionada por las fuentes antes de utilizarla en sus campañas.
• Utilizar fuentes confiables: Los marketers y dircom deben utilizar fuentes confiables y reconocidas para obtener información precisa y confiable.
• Evaluación continua: Los marketers y dircom deben evaluar continuamente la información y ajustar sus campañas según sea necesario.

Conclusión

Enfrentarse a la fiabilidad de la información en internet es un desafío muy presente en el día a día, y que puede hacerse más grande en el futuro. Evaluar la fuente, verificar la información, analizar la calidad del contenido, ser cauteloso con las redes sociales y fomentar el pensamiento crítico son pasos fundamentales para navegar eficazmente en el gran mar de datos disponibles en línea. Al adoptar estas prácticas, podemos mejorar nuestra capacidad para discernir la verdad y tomar decisiones informadas basadas en información precisa y confiable.

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