Presentación del libro “Te quiero como la sal”

Por Àngels Bassas,
actriz, escritora y docente de Artes Escénicas y Literatura Dramática en Esart-Stucom.

Vivir por… y en el universo de las palabras forma parte de la idiosincrasia natural de los escritores dado que, al crear historias, buscan emocionar y hacer viajar a los lectores a lugares insospechados. Las palabras escritas, al ser repensadas, son también generadores de conciencia. La conciencia individual que surge a partir de una lectura en solitario, y la colectiva que se despierta en la identificación de sentimientos universales. La ficción, por paradójico que pueda parecer, es una potente herramienta para decir verdades. Y como tal resulta transformadora de nuestra sociedad porque nos asegura la pervivencia de la memoria, nos ayuda a reflejarnos en la alteridad y es el reflejo del comportamiento humano.

Las palabras también son el mundo en el que viven de forma natural los actores y las actrices. Como decía Lorca cuando definió el teatro como “…la poesía que se levanta del libro y se hace humana”, los intérpretes pasan a dar voz ya ser la “carne” de las palabras al encarnar a otros personajes con diferentes voces y miradas.

Tengo el inmenso privilegio de formar parte de estos dos mundos que se interrelacionan. Llevo más de treinta y cinco años piso escenarios y platós, que cosifico y doy voz a las palabras de otros cuando interpreto a algún personaje. Pero soy también escritora de narrativa para adultos, haciendo novela de ficción o relatos, y libros para niños y niñas. Mis dos vocaciones se retroalimentan y complementan.

Fotografia by @joelcodina

Después de varios libros publicados, hace un año me llegó por primera vez lo que podríamos llamar un “encargo” como escritora. Se me invitaba a participar de una iniciativa curiosa: formar parte de un libro colectivo escrito por varias escritoras catalanas de diferentes generaciones y procedencias geográficas, donde cada una de nosotros tenía que escribir un relato sobre la figura del padre. Hablar de papá da vértigo y sigue siendo un tema tabú. La idea nacía gracias al deseo de Carme Junyent, reputada lingüista y profesora de la UB, desgraciadamente traspasada el pasado septiembre de 2023. Carme quiso emular lo que hicieron unas escritoras inglesas en los años ochenta: en 1983 la editorial Virago publicaba un libro revolucionario que se titulaba Fathers. Reflections by daughters, que contenía los relatos de varias escritoras inglesas que tomaban el reto de hablar del padre desde la ficción, la autobiografía o el ensayo.

Me siento honrada de formar parte de la versión catalana de esta peculiar iniciativa que reúne a casi una veintena de escritoras de primer orden para escribir un libro colectivo, y que justamente este mes de marzo ve la luz: Te quiero cómo la sal, publicado por Viena Editors.

Se trata de 19 relatos y un cuento —el cuento que da nombre a nuestro libro “Te quiero como la sal”— en el que la hija pequeña de tres hermanas es repudiada por el padre por decirle que le quiere como la sal. Una respuesta que nos remite inexorablemente también a la historia de El Rey Lear de Shakespeare, donde una desgraciada Cordelia, la hija pequeña, también es expulsada del reino por no decir lo que el padre espera que diga. En junio de 2023, Junyent nos escribía para advertir que por problemas de salud debía delegar la coordinación del libro en Simona Skravec.

Simona me propuso que yo formara parte de este interesante proyecto después de una intensa conversación que pudimos mantener sobre la figura de Electra, una mujer fuertemente marcada por la figura del padre. Así nació mi relato que se incluye en esta magnífica antología de textos: “Ni el sacrificio de Ifigenia, ni la hiel de Electra, ni la sal de Cordelia. Hija, mujer, madre”. El título del relato que tengo el privilegio de publicar junto con todas estas escritoras que nos hemos atrevido a asumir el reto de hablar de papá en el libro Te quiero como la sal, habla evidentemente, como su nombre indica, de algunas de las heroínas dramáticas emblemáticas. Y también desde la óptica de la hija que todas somos. Mi relato se inscribe más en una línea de ensayo, una tentativa de ensayo de teatología paterna a partir de grandes personajes femeninos de la literatura dramática universal que han estado fuertemente marcadas por la figura del padre. Es un intento de recoger y ser la voz de tantas y tantas Cordelias, Electras, Ifigenias, Clitemnestres, Nores y tantas otras heroínas dramáticas en un intento de dotarlas de su voz silenciada.

Deseo que mi nuevo libro les guste. Y os abrazo a todas y todos.